Cimiento de la Sociedad

Si algo es esencial en nuestra sociedad es la familia. Sin esta figura, tan importante como un cimiento, nuestra sociedad se deforma y observamos el caos que se produce en hogares desintegrados. Todo esto se resume dentro del Principio del rol primario y fundamental de la familia que observamos en el artículo nueve de Ley de protección integral de la niñez y adolescencia (LEPINA), que tiene su base en el artículo 34 de nuestra Constitución de la República y que además podemos ver en los artículos 9, 78 y 79 de LEPINA y esencialmente en el artículo 18 de la Convención sobre los derechos del niño que nuestro país ratificó el 27 de abril de 1990. 

Según la LEPINA, la familia es la base fundamental de la sociedad, y esto es algo importante ya que gracias a ésta se trasmiten los valores que delimitarían la conducta de los infantes en el futuro, y forma el carácter además de la personalidad de los individuos. Podemos observar nuestro entorno para comprobarlo, según se comporten los padres así lo harán los hijos en el mañana. Es de sabios planificar, si no se tiene una estrategia para el futuro se está planeado fallar; requerimos planificar un mejor futuro para nuestro país, por lo que la familia juega un importante papel en el desarrollo del sujeto principal: nuestros menores de edad. Por ser el inicio del desarrollo de la sociedad, en particular de los niños, la familia requiere de la protección del Estado y éste a su vez le da reconocimiento a la familia como el medio idóneo para brindarle protección a las niñas, niños y adolescentes. Así como también valida que los padres sean los principales encargados de la educación y formación de los futuros ciudadanos, al grado de darle el derecho preferente de escoger el tipo de educación de sus vástagos. Claro que además de que el Estado tome en cuenta las decisiones de los padres o del representante legal que tenga el menor, también velará por la seguridad de los infantes en caso de que alguno de sus padres o encargados sea el presunto infractor de los derechos de estos pequeños, como sucede en muchos casos.  

Límites 

En ningún momento se debe considerar que los padres están limitados o que el Estado los esta despojando de la autoridad parental que la misma ley desde su comienzo legitima, sino que afirma una responsabilidad del Estado: velar para que esta autoridad sea ejercida dentro de los límites que las mismas leyes determinan y que podemos apreciar en LEPINA, Convención sobre los Derechos del Niño, Declaración de los Derechos del niño, Ley del Instituto salvadoreño para el desarrollo integral de la niñez y la adolescencia, y la Ley de identificación personal para los menores de dieciocho años de edad, entre otras. La LEPINA en verdad ayudara a que nuestro país se desarrolle en materia de derechos de la niñez. Somos conscientes que aún hay mucho que cambiar, pero este es un enorme paso, que en el futuro servirá de base para una mejor nación salvadoreña.

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